En el siglo XIX se consideraba la práctica musical como oficio mas no como una profesión por lo cual en este tiempo el músico difícilmente solventaba su situación económica con esta actividad. El músico de 1850 en adelante, era reconocido y remunerado en razón de su pertenencia a una banda destinada a las milicias del gobierno como eran la Banda de la Guardia Nacional y la Banda del Batallón Granaderos. Para el año de 1863 la ciudad de Pasto contaba con una banda de la antigua Guardia Nacional, sin embargo, después de haber establecido una escuela de música dotada de dieciocho instrumentos se reestructura la banda y se ordena recoger dicho instrumental para su funcionamiento; se trata de la banda del Batallón Granaderos, a la que se asigna un salón para ensayos amoblado, el capitán Rafael Jiménez figura como uno de los primeros directores de esta banda
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Banda del Batallón Granaderos |
Posteriormente en los años de 1875, se forman dos orquestas; una reconocida y la otra de forma independiente.
Después de una buena temporada aproximadamente en el año 1955, nace una agrupación llamada ORQUESTA ALMA NARIÑENSE interpretando música colombiana, debido a la falta de tecnología sus presentaciones al publico eran con su sonido natural, sin ningún tipo de sistema que permita la mejor audición al publico, ya que no existían en la ciudad sistemas que permitan amplificar. De esta forma pasaron varios, sin embargo con estas limitaciones tecnológicas, esta agrupación tuvo mucho éxito viajando por toda Colombia ya que en otras ciudades si lograban conseguir lo que ellos necesitaban para poder progresar con su música.
Aproximadamente en los años 1960 a 1963, nacen agrupaciones de varios géneros musicales, los cuales se empezaron a dar cuanta de todas las falencias que tenían en sus presentaciones De esta manera la tecnología llega a los músicos de la región adquiriendo instrumentos eléctricos, como la guitarra eléctrica, el bajo eléctrico, el piano, sistemas de amplificación, lo cual les dio paso a un progreso musical.
Sin embargo, como cualquier agrupación, uno de sus sueños es registrar su trabajo de forma auditiva volviendo a necesitar de mas tecnología, en este caso estudios de grabación, por lo que empiezan a viajar a Cali o a Quito donde si encontraban dicha tecnología.
Finalmente en 1993 se podría decir que llego esta tecnología, la grabación análoga, se creo el primer estudio de grabación en la región, creado por el señor Wilson Benavides, adquiriendo desde los Ángeles (EE.UU) una grabadora de estudio, así permitiendo tener acceso a los músicos y agrupaciones musicales, una buena calidad de audio.